"Las células nerviosas en nuestros pies, al igual que todas las demás células en nuestro cuerpo, necesitan un suministro continuo de oxígeno para funcionar correctamente.
Este oxígeno ingresa al cuerpo a través de los pulmones, va directamente al corazón y luego se distribuye por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo.
Este sistema funciona perfectamente hasta que comenzamos a envejecer.
Esto se debe a que el envejecimiento normal provoca una reducción en el total de agua corporal, lo que resulta en menos líquido en el torrente sanguíneo y un volumen sanguíneo menor.
Cuanto menos sangre haya en el cuerpo, más difícil será para el corazón suministrar cantidades suficientes de oxígeno a todas las células en diferentes partes del cuerpo.
Esto empeora AÚN MÁS si eres diabético, porque el exceso de azúcar en la sangre reduce la elasticidad de los vasos sanguíneos y los estrecha.
...Lo que dificulta aún más el flujo sanguíneo.
Y como tus pies están más lejos del corazón, la entrega de oxígeno comienza a tardar cada vez más...
...Hasta que las células nerviosas en nuestros pies comienzan a sofocarse y morir, causando ese dolor ardiente, hormigueo insoportable y, finalmente, entumecimiento."